Eres melodía que tararea en mi cabeza
una y otra vez…
Sin poder olvidar tu presencia
formada por sonidos fascinantes
que deleitan mis oídos
y me regalan un viaje lleno de imaginación.
Tu voz acaricia mi alma,
tus manos acarician mi pensamiento…
Prefiero morir y detener el tiempo,
congelarlo, no dejarlo ir, no dejarte ir…
Porque todas esas horas sin ti
soy sólo la mitad del rompecabezas.